DEL SUEÑO A LA PESADILLA (Opinión)

En varias oportunidades, el Intendente de Canals, Edgar Bruno, ha expresado que somos un medio opositor, y que tenemos “pensamientos destructivos”. Debemos confesar que nos duele ver que nuestras advertencias en parte se hicieron realidad, y no nos pone contentos para nada. Por el bien de Canals, hubiésemos preferido equivocarnos, pero lo sucedido con la empresa constructora de Río Cuarto, es un golpe bajo para la sociedad, que mes a mes cumple con mucho esfuerzo con su obligación impositiva, y ve una Sala de Atención Primaria construída con serias deficiencias, habiendo pagado llave en mano, algo que a dos meses de su inauguración, necesitará mucho trabajo para dejar la en óptimas condiciones. “Yo vengo a hacer y hacer” dijo con firmeza el Intendente en una discusión en el Concejo Deliberante, donde dejó en claro que no respetaría los procedimientos que por ley se exigen. Y cuando lo hizo (como el plan de 20 viviendas), todo estuvo plagado de dudas y que lastiman la idea del verdadero juego democrático. Ha tenido algunos aciertos, y no vamos a ser tan hipócritas de no aceptarlo, pero una golondrina no hace primavera.

“Es un proyecto hermoso”, “Queremos el progreso de Canals” dicen frecuentemente desde el oficialismo, y realmente es una expresión infantil y absurda. ¿Quién no quiere el progreso del lugar donde uno se desarrolla socialmente? Si las cosas están claras, si se actúa con transparencia, si se dejan los egoísmos de lado, entre todos se puede construir. Cuando la concejal Conte pidió documentación sobre la Sala de Atención Primaria, salió la repetitiva y ya estúpida frase de “querer poner palos en la rueda”. El oficialismo se ofuscó cada vez que se pedían informes de tal o cual proyecto… ¿se darán cuenta de porqué se solicitaban? Vayan y comprueben el estado actual de la Sala de Primero Auxilios. El 18 de febrero se inauguró y hoy, dos meses y medios después, el capricho de la compra directa (una metodología de abusivo uso) tiene estas consecuencias a la vista. pero mas allá de aceptar que se equivocó (apelando al recurso de compararse con la gestión anterior como si le sirviera de algo) el Intendente debe entender que en la mayoría de los casos, lo barato, sale caro. Si lo hizo para defender cada peso de los contribuyentes, ahora debe ir a la justicia a denunciar a quien lo estafó en 969.000 pesos (costo de la obra), según palabras del intendente. El sueño de la Salita, se volvió una pesadilla al conocer detalles y ver su estado.

El intendente Bruno, expuso livianos argumentos ante el Concejo Deliberante, donde dijo que “el contrato se cumplió, porque la salita se terminó” ¿Así se saca el muerto de encima? ¿Considera terminada la obra? Una empresa fundada un mes después de su elección, y de una amigo con el cual antes de asumir ya tenía todo arreglado, y la cual contaba con serias irregularidades impositivas y fiscales. “Vi que vendían muchas casas” ¿Y con eso le bastó para contratarla? Preocupante y rebuscado argumento. Es dinero del pueblo, no de su bolsillo, el que está en juego. Veremos en la sesión del Concejo deliberante del 27 de Mayo, la documentación que respaldó la contratación de esta empresa, solicitada por la minoría y acompañado el pedido por el oficialismo. De no ser así, ya debería estar actuando con todo el peso de la ley.

Otra compra incumplida fue la del cartel del acceso (otra compra directa), del cual se aceptó el presupuesto de 200.000 pesos, y  según empleados de la firma (la cual hoy está inactiva por las sospechas de estafa a innumerables damnificados) señalaron que su costo con mano de obra incluida, había sido de 70.000 pesos en Octubre de 2020. Pasaron cinco meses, y de no ser por estas denuncias, pensaríamos que el cartel lo están fabricando en China o Japón. Aún no hay certezas si denunciará a su “amigo” (así lo considera Germán Hansen a Bruno) o mirará para otro lado, lo cual sería gravísimo. La cláusulas para los adjudicatarios de las viviendas (con valores elevados y que con sus actualizaciones se volverán difíciles de pagar), establecen que a la tercer cuota impaga, sufrirán las consecuencias… ¿y Hansen? ¿y el cartel? Ya pasaron cinco meses… 

La Sala de Atención Primaria es una obra indiscutible, lo que se pone en tela de juicio, es todo lo que hay detrás, que hasta el momento, muestra que la soberbia de gobernar en base a compras directas, tiene este alto costo político, que el intendente desafió en varias ocasiones, estar dispuesto a pagar. Ahora está entretenido con el predio del ferrocarril (del cual tampoco hay planos, proyecto, plazos ni inversión económica definida solicitados por la minoría en el Concejo Deliberante) el cual hasta el momento lleva invertido una buena millonada de pesos. Mas allá de lo bonito que pueda quedar, esperemos no llevaros otra sorpresa como el de la Salita, enterándonos por otro lado de otro perjuicio para el municipio. Dios quiera que no sea así. Hay muchos temas que tratar y que durante este tiempo de nuestro silencio, han sucedido. El pueblo mientras tanto, paga impuestos y se sorprende al escuchar que si quiere luces, gas cloacas y pavimento, debe pagar mas todavía. ¿Alcanzará con esta política para satisfacer las necesidades de este Canals tan ávido de progreso? El pueblo tendrá su veredicto. 

Ventanillas colocadas fuera de alineación. No hay tanque reservorio de agua (en la inauguración había)